El periodo de adaptación desde el punto de vista de una madre

Seguro que en las fechas en las que estamos casi todos habéis leído algún artículo que os ayude a afrontar la vuelta al cole de vuestros peques. Lo que imaginamos que no pone en los artículos es que las psicólogas y los psicólogos también somos padres.

Y si, en  el equipo de psicología  y logopedia Ana Barrios todas somos mamis. Algunas con más experiencia que otras pero todas hemos pasado por esos nudos en el estómago al llevar a nuestros peques a los centros. Conocemos de primera mano esa sensación de…”ufff estoy dejando a mi bebe”,”jooo como llora”, “si me ha dicho que no quiere ir”, “soy una mala madre”, “lo estoy abandonando”, “he llorado yo casi más que él”…y todas esas frases que casi todas hemos pensado.

SI, somos mamás…y…SI todas y cada una de nosotras hemos pasado por las mismas sensaciones y emociones por las que vosotros estáis pasando. Animo papis!!! Tenemos varias noticias que decir, la mala es que tanto adultos como niños, todos pasamos por el periodo de adaptación. La buena noticia es que tranquilidad, esto pasa.

Es súper enriquecedor leer artículos donde se explican todas esas fases del periodo de adaptación. Pero sabemos que al final solo son párrafos y palabras que ayudan pero que no sienten.

Conocemos las herramientas y aseguro que son súper útiles, pero cada uno debe adaptarlas a su individualidad y entorno.

Os las contamos:

  • No hace falta que estemos hablando todo el día del cole, pero si lo podemos nombrar de forma natural. A nuestros peques les encanta que les digamos lo campeones y mayores que son al ir al cole de mayores. Ahh y no olvidéis decirles que son unos valientes.
  • Vamos a trasmitirles entusiasmo, siempre hay que ser positivos, la forma más fácil de trasmitirlo es creyéndonoslo nosotros mismos. Cuanto más nos lo creamos mejor lo trasmitiremos. Tenemos que ser conscientes que van a estar en un sitio seguro, van a conocer personas de su edad, van a aprender un montón y se van hacer súper mayores. Si se lo contamos así seguro que no les es tan difícil dejar la rutina del verano.
  • No le enseñes el miedo o la inseguridad, eso les asusta y terminan por no querer ir al centro. Es importante trasmitir seguridad y confianza. Si transmitimos nuestros miedos o inseguridades, el niño lo puede notar y acabará asustándose del lugar en el que sus padres lo dejan. Puede llegar a asociar cole con negativo.  Muy importante también, recordar no decir nunca mentiras, tales como  “no llores que la mami viene ahora enseguida”. Si es verdad, perfecto, pero si no es así es preferible anticipar un poco como va a ser su día y recordarles que después vais a ir a por ellos.
  • Si vamos con prisas no disfrutaremos del ratito de la mañana.  Por eso es importante despertar a los niños pronto para que les dé tiempo de tomar el desayuno, vestirse y hablar con los adultos de una forma tranquila. Las mañanas deben ser lo más agradables posibles. Si disfrutamos el viaje a la escuela vamos a trasmitir nuestra tranquilidad y los peques entraran más relajados al centro. Algunas cosas que podemos hacer es hablar, escuchar música, quedar con algunos amigos para ir juntos, etc. No hace falta que vayamos anticipando la separación todo el rato ya que lo único que conseguiremos es alarmar al niño.
  • Al llegar a la puerta del colegio lo mejor es que la despedida sea breve. Un beso, un abrazo y un adiós para que entre al cole. No es adecuado alargar las despedidas. Los padres deben estar convencidos que ésta es la mejor pauta: ser firme y alejarse del cole. Confiamos en los profesores y sabemos que va a dejar de llorar. Si nos apetece llorar, no pasa nada pero siempre que no nos vean los niños. Recordar que es una adaptación para todos y no pasa que las primeras separaciones nos duelan a nosotros también.
  • Hay diferentes reacciones al salir de la escuela,  pueden estar muy cariñosos, llorar al vernos y no querer separarse físicamente ni un milímetro. Pero también es normal que nos ignoren, no nos hagan caso, nos giren la cara o se muestren enfadados con nosotros. Estas reacciones son habituales y hay que dejar que trascurra el periodo de adaptación. No es más que una forma de expresar el miedo a que desparezcamos otra vez o el enfado al haberlos dejado. Lo más adecuado es actuar con tranquilidad, normalidad y no enfadarnos ni entristecernos excesivamente porque ya sabemos qué es lo que está ocurriendo y sabemos que pasará. Trasmítele interés, y  preguntarle cómo fue todo en el colegio, eso le dará seguridad para volver al día siguiente. Pero sin avasallar, lo normal es que a la salida no quieran hablar del centro ni de lo que han hecho. Es mejor aprovechar ratos tranquilos como el baño o la cena.  
  • Reforzaremos SIEMPRE lo bien que lo han hecho y todo lo que han logrado en ese día. Lo podemos hacer verbalizando todo aquello que nos ha gustado que hicieran ese día. “hoy has sido un campeón, has entrado súper contento”, “la mami se ha ido hoy súper contenta”, “que suerte tienes al poder jugar con tus amigos”, “eres un valiente / un campeón”, “vamos hacer tu cena preferida”…
  • Es  importante que lo niños acudan al centro con regularidad, no hay que caer en el error de no llevarlos el hecho de que lloren. Cuanto más falten al centro más larga y difícil será su adaptación. Así mismo también es aconsejable puntualidad ya que de ese modo el niño entrara con sus compañeros y realizara todas las rutinas que el centro haga, asamblea, almuerzo, actividad, etc. esto favorece el acople a las rutinas del aula y se sienta más integrado en el funcionamiento de la clase y en su grupo.
  • Lo normal es que la adaptación dure el primer mes de clase, si veis que se alarga es conveniente tomar medidas. Hablar con sus tutores o con las psicólogas del centro para ver que podéis hacer para que sea adecuada la adaptación al centro.

Ante cualquier duda estaremos encantadas de ayudaros.

Psicóloga Infantil, Adolescente y Adultos
Mª Carmen Martín Pérez
NºCol. CV 12393