Dicen que LA ADOLESCENCIA es un momento de cambios, una etapa difícil que para algunos adolescentes, puede ser hasta traumática. Los padres, educadores y profesores no saben qué hacer y se desesperan porque no os entienden, pero más difícil es para ti, que eres quien sufre los cambios.
Es cierto que es un momento diferente, que ya no sois niños pero todavía no sois adultos. En estos momentos, no se sabe cómo comportarse, ni lo que los adultos esperan de vosotros. Tenéis muchas dificultades y obstáculos que salvar hasta llegar a ser adultos y tengáis vuestra independencia en todos los niveles.
Una de las principales dificultades es la familia. Hay muchos chavales que no se llevan bien con los padres. Los motivos pueden ser muchos. Por ejemplo, porque son muy exigentes, porque las ideas son muy diferentes, porque hay que hacer lo que se manda en casa… pero en el fondo todo es un mismo problema: la falta de comunicación entre la familia.
Los padres deben entender y darse cuenta que los hijos crecen y que con 16 años ya no son niños a los que proteger. Los hijos deben tener en cuenta que los padres creen que deben controlar sus vidas porque les necesitan y lo hacen por ayudar. Pero no se habla, no se comenta y no se expresa en casa. Hay enfados, castigos y desobediencias, en lugar de negociaciones y de intentar comprenderse el uno al otro.
Siempre que se quiera salir más tiempo por la noche, trabajar eventualmente, no seguir estudiando o quedarse a dormir en casa de un colega, hay que hablarlo con los padres. Hay que decirles lo importante que es para vosotros e intentar llegar a un acuerdo. Hay que luchar por lo que uno quiere, pero no hay que imponer nuestro criterio.
Otra de las dificultades importantes son los problemas de estudio. Muchas veces no queréis estudiar y estáis desmotivados sin saber por qué. Las asignaturas son complejas y todos exigen el aprobado, estudiando te das cuenta que es difícil y te desmoralizas. Hay varias soluciones. Quizá te hayas equivocado de estudios y necesites formarte en otra especialidad, o no sepas qué estudiar. Para ello, puedes acudir a un psicólogo vocacional que te pueda asesorar sobre lo que puedes estudiar, la oferta que hay y lo que es mejor para ti.
Quizá lo que necesites son Técnicas de Estudio. Son técnicas que te puede enseñar un profesional para que sepas sacar más rendimiento al estudio. No se trata de estudiar más horas sino de estudiar mejor. Lo que suele ocurrir es que tenéis dificultades para organizar el tiempo y muy pocos hábitos de estudio.
O puede ser que tengas alguna dificultad en el aprendizaje que necesites mejorar y que no te deje aprobar. Para ello, también puedes buscar clases de apoyo.
Otra de las áreas problema pueden ser las amistades. Los amigos son muy importantes en esta edad y en ocasiones, hacen mucho daño. Por ejemplo, hay chicos que no saben hacer amigos, que no saben mantener la amistad de los colegas y esto hace que se sientan solos y que no realicen las actividades propias de vuestra edad.
O bien, que tengas demasiados amigos pero no tengas un verdadero amigo en quien confiar y en quien compartir tus historias.
O los amigos no sean la mejor influencia para los objetivos que te has propuesto. Si quieres estudiar y tus amigos no estudian es difícil que lo mantengas mucho tiempo porque no podrás salir todo lo que ellos salen y le acabarás dedicando poco tiempo al estudio.
O cuando no te aceptan a no ser que hagas y pienses lo que ellos. Eso no son verdaderos amigos, son personas que están cerca de ti pero que realmente no te aprueban ni te aceptan.
Si tienes dificultades de relación, tienes que ver qué ocurre e intentar solucionarlo para que te encuentres más a gusto. Puedes aprender a hablar de temas interesantes, puedes aprender a decir “no”, aprender a decir lo que de verdad piensas o saber buscarte la vida para disfrutar el fin de semana.
A la hora de mostrar las emociones y de expresar cómo os sentís, los adolescentes tenéis diferentes formas de hacerlo, unas son más adecuadas y otras no tanto. Por ejemplo, cuando os encontráis mal físicamente o tenéis dificultades en aprobar, o la chica que os gusta no os corresponde, o estáis horas y horas jugando con la play, o sólo os comunicáis chateando en el cyber… puedes responder pidiendo ayuda, diciendo lo mal que te sientes, saliendo menos, durmiendo mal o no arreglándote.
Pero también te puedes manifestar siendo muy agresivo, insultando y pegando, o siendo rebelde sin obedecer. O tonteando con drogas, comenzando por llevar la contraria a los padres, y por transgredir la norma, y acabando por consumir sin creer en la dependencia y en los problemas que conlleva, como falta de atención, la ira, y todos los efectos secundarios de las sustancias consumidas.
También puede haber problemas con la alimentación porque la imagen física es muy importante para los adolescentes. Por ser aceptados por el grupo podéis dejar de comer, vomitar los alimentos calóricos, estar continuamente haciendo y deshaciendo dietas, o machacando los músculos en los gimnasios. Esto sólo empeora la situación porque a largo plazo os sentís mal con vosotros mismos y la autoestima la tenéis por los suelos.
Así las cosas, lo principal es darse cuenta uno mismo de que tiene un problema y que tiene que solucionarlo. Y para ello, intentar poner remedio de la mejor forma posible.
Si puedes solucionarlo solo, o con ayuda de tu familia y amigos sería estupendo. Pero si no es así, puedes buscar la ayuda de un psicólogo que puede aconsejarte lo mejor para que consigas tus objetivos, ya sean tener menos problemas con la familia, aprobar, tener más amigos, encontrar pareja, dejar de consumir drogas, cuidar tu alimentación o confiar más en ti mismo y tener más seguridad.
El psicólogo te puede ayudar a buscar el mejor camino para solucionar los problemas, puede intervenir con tu familia y seguro te entenderá porque esa es su misión. No dejes pasar la oportunidad de ser más feliz y de luchar por todo aquello que quieres.
Ana Barrios Arocas
Directora del Centro de Psicología
Psicóloga CV 09589