El inicio del cole para los peques

Ya se ha acabado el verano y con él, los viajes, el desajuste de horarios, las horas ociosas y las largas tardes de juego y entretenimiento que nuestros hijos nos han demandado en parques, playas, piscinas, parques temáticos y pasillos de casa…

         Nuestra principal tarea con el niño en este momento, consiste en que nuestros hijos se adapten lo más rápidamente posible a las rutinas y ajustes de horarios estrictos de los adultos.

Y esto no es una tarea sencilla. Primero, porque incluso a los adultos nos cuesta días de adaptación en el sueño, la alimentación, el cansancio y la fatiga laboral… imaginad a los niños que se han acostumbrado a dormir a unas horas diferentes, a comer en otros lugares, que disfrutan de la compañía de sus padres durante muchas más horas y que dedican mucho más tiempo a actividades ociosas y divertidas…. El cambio no es fácil.

Y segundo, porque los niños no comprenden que llegado el mes de Septiembre deben acudir al colegio y ven con extrañeza que todos en casa se vuelven locos por hacer lo contrario a lo que estaban haciendo hasta ahora. Y es que los niños no distinguen el período vacacional de nuestra actividad diaria laboral.

         Uno de los primeros cambios a los que el niño se va a tener que adaptar es el inicio del nuevo curso escolar.

         El comienzo de un curso para un niño es muy importante, tanto si ya ha acudido a una Escuela Infantil como si es la primera vez que va a acudir. Y aquí la actuación de los padres es esencial para que los niños se adapten bien a su nueva estancia y vida escolar.

         Si vuestro hijo es la primera vez que acude a una Escuela Infantil, es conveniente seguir estas recomendaciones:

  • Haber acudido al Centro con el niño para que viera el lugar en el que va a pasar muchas horas y a los profesionales con los que va a compartir sus juegos y necesidades a partir de ahora.
  • Anticipar al niño unos días que pronto va a ir al cole e ir preparando sus cosas con él, como la cartera o el uniforme si lo lleva.
  • Los papás debéis mostrar entusiasmo en todo momento para que el niño perciba que esta nueva situación es agradable y que a vosotros os agrada. Cuidado con mostrar ansiedad o pena al separarse del niño porque lo captará y os lo pondrá mucho más difícil. Es normal que estas emociones surjan pero confiar en los profesionales que habéis elegido para que co-eduquen a vuestro hijos e intentar vivirlo como un aprendizaje enriquecedor para él, tanto a nivel de conocimientos como a nivel social.
  • Los primeros días sería conveniente, si es posible, que el papá y la mamá acompañéis al niño al colegio y lo recojáis. Después, lo podéis ir alternando.
  • Es lógico y normal que vuestro hijo llore en la puerta de la Escuela. Lo más aconsejable es que hagáis las despedidas breves y sin dramas. En la gran mayoría de las ocasiones, los niños dejan de llorar en cuanto entran en sus clases y están con su Seño y sus Amigos. Por tanto, no esperéis hasta que deje de llorar. Simplemente decirle lo que le queréis, que después volveréis a por él y que se lo va a pasar muy bien.
  • Lo más habitual es que se vaya tranquilizando conforme pasen los días. La actitud de los padres debe ser la misma. La de tranquilidad, confianza, seguridad y orgullo. Y esto a pesar que sintáis tristeza, soledad o culpa. Daros tiempo y estas emociones también irán desapareciendo.

Si el niño ya conoce el Centro y es el siguiente año el que acude, también podemos seguir estas recomendaciones:

  • Ir recordando al niño en un calendario con dibujitos, los días que le quedan para comenzar el colegio de nuevo.
  • Hablar y recordar lo bien que se lo pasaba el año anterior con los Amigos, en el patio con las bicis y con la plastilina.
  • Las despedidas deben ser breves, no alargarse todo lo que los niños quieren ya que estas situaciones no son positivas para el niño, los padres, los educadores ni los propios compañeros.
  • A la vuelta del cole, conversar con el niño con ilusión sobre lo que ha hecho y lo bien que ha estado. Cuidado con realizar un interrogatorio que el niño lo vive más con presión que con emoción por compartir con los padres todo lo que está aprendiendo y lo que ya sabe hacer. Siempre es mucho mejor la espontaneidad del niño. Contarle también vosotros qué habéis hecho y lo que habéis pensado en él. Así favoreceremos desde el principio una comunicación más positiva.
  • Intentar prestar más atención a las actividades que cuenta de modo positivo que a las negativas. El niño debe darse cuenta que nos gusta que nos cuente lo feliz que es entre sus compañeros y lo que aprende con la Seño. Y que no nos agrada tanto que nos cuente que lloriquea en clase, que no quiere que vayamos más a trabajar y que no le llevemos más al cole.
  • Conforme vayan pasando los días, el niño se irá habituando al cambio de horarios, rutina, ritmo de actividades y esto puede dar lugar a desobediencias, rabietas o irritaciones.

Pensar que son pasajeras, que es porque el cambio para el niño es muy importante y nunca cedáis a todo lo que el niño quiera. No es adecuado que os haga chantaje con la asistencia al colegio.

  • Intentar dedicar tiempo a ver todas las tareas que hace en clase.

Permitirle dedicar tiempo a pintar, “escribir o leer” en casa porque es lo que se motiva desde el colegio. Es muy importante que vaya adquiriendo hábito de trabajo y motivación por aprender. Los padres debemos mostrarnos orgullosos por ello.

  • Intentar dedicar el fin de semana a realizar las actividades que realizábamos en el verano: acudir a los parques, piscinas, playas, visitas familiares, visitas al campo…según los gustos de vuestro hijo y vuestra disponibilidad.

La vuelta a las rutinas y obligaciones no es nada fácil, pero la adaptación será mucho más rápida y eficaz si ponemos en marcha las estrategias que siempre funcionan con los niños: la comprensión porque los cambios no son fáciles, la paciencia que hará que todo vuelva a la normalidad antes y el cariño y atención que todos los niños necesitan y que no siempre podemos darles.

Ana Barrios. CV: 09589