1-La ansiedad es una emoción similar al miedo que requiere un aprendizaje, aunque la ansiedad es algo adaptativo para la especie; para nuestros pequeños y adolescentes la ansiedad les supone grandes dificultades para poder manejarla.
Cada vez que percibimos un peligro se dan una serie de cambios en nuestro cuerpo que nos preparan para enfrentarnos a esa amenaza percibida de dos formas: escapar o luchar y enfrentarnos a la situación.
Pasado el peligro, la ansiedad desaparece y volvemos a sentirnos tranquilos y a salvo…pero en ocasiones, esa ansiedad no desaparece, y sigue manteniendo a nuestro cuerpo en alerta durante más tiempo del que debería, y estamos intranquilos, nerviosos, asustados casi todo el tiempo…aquí es donde nos encontramos ante un problema de ansiedad.
Es normal que los niños sientan miedo o preocupación desde bien pequeños, es algo natural, y la mayoría de niños aprenden a manejarla de forma adecuada.
2-Pero hay algunos niños a los que les cuesta manejar sus emociones ante determinados tipos de situaciones y se sienten ansioso todo el tiempo: encontrarse en un grupo de amigos, ir a la escuela infantil, ver un perro acercarse hacia ellos, miedo a contaminarse al tocar algo, que su mamá se vaya y lo deje solo. En estos casos, hablamos de un problema de ansiedad, veamos cuales son los síntomas más frecuentes para detectarlos;
- El niño siente mucho miedo, incluso pánico.
- Llora con facilidad.
- Su respiración se acelera y se siente muy agitado o se siente sin aliento.
- Come poco o en exceso sin apenas masticar la comida.
- Problemas digestivos: dolor de barriga, diarrea, vómitos.
- Hacerse pipí en la cama cuando antes controlaba.
- Morderse las uñas o los puños de la camiseta.
- Dificultades para dormir, pesadillas frecuentes.
- Están constantemente enfadados o irritados.
- Evita o no quiere ir a determinados sitios, por ejemplo, al colegio, al parque, o a fiestas de cumpleaños.
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