superar las angustias de lo escolar

Las dificultades del aprendizaje

El inicio en Educación Primaria supone un gran cambio para niñ@s y padres, sobre todo a nivel académico, ya que dan un salto considerable en cuanto a los contenidos que se imparten.

En primero de primaria, con la iniciación de la lectura, aplican todos los conocimientos que han ido aprendiendo en la etapa infantil como las letras, unión de estas en sílabas, lectura de palabras, frases etc. y se ponen en práctica todos los niveles del lenguaje. Una buena lectura comprensiva desde el principio será la base para que los ni@s puedan entender los nuevos conceptos que aprenderán, no sólo en el área de lenguaje, sino en las demás asignaturas, incluso en las matemáticas, sobre todo a nivel de resolución de problemas, gráficas etc.

Durante la etapa de Educación Primaria, pueden surgir algunas dificultades que con una ayuda a tiempo del profesional pueden solucionarse y prevenir problemas futuros. En otras ocasiones esas dificultades, son dificultades más complejas a las que denominamos “Dificultades del aprendizaje” (D. A.) como dislexia, discalculia, disgrafía, disortografía, e interfieren en el rendimiento escolar, impidiendo un adecuado progreso del niño  que no puede cumplir con los objetivos planteados en su curso. La intervención logopédica será fundamental para ayudar a unos mejores resultados académicos y sociales, ya que estas dificultades con las estrategias necesarias aprenden a sobrellevarse.

Los trastornos o dificultades del aprendizaje pueden asociarse a desmoralización, baja autoestima, falta de atención y déficit en habilidades sociales, y por ello en algunos casos también se requiere atención profesional psicológica, la cual valora entre otros aspectos el cociente intelectual (CI) tan importante para organizar el plan de tratamiento de acuerdo con las capacidades del niñ@. Las causas de estas dificultades no han sido determinadas con claridad, pero se han barajado algunas como predisposiciones genéticas, lesiones perinatales, enfermedades neurológicas etc. por  lo que el diagnóstico se complementa en algunos casos con pruebas neurológicas sencillas.

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La dislexia es la más conocida, y la más común entre estas dificultades. Una persona con dislexia, tendrá dificultades en comprensión lectora, sin embargo, hay que dejar claro que no todos los problemas en comprensión lectora son necesariamente dislexia. Por otro lado, no todas las personas que presentan dislexia, tienen la dificultad al mismo nivel ya que existen distintos tipos de dislexia (dislexia superficial, dislexia fonológica, dislexia atencional, dislexia visual, dislexia semántica etc), además identificar la dislexia en su fase inicial es difícil y puede confundirse con algo transitorio, que no por ello debemos dejarlo. Cuando los niños se inician en la lectura, debemos saber que el factor maduración de cada uno influye en la detección, no obstante la mejor opción es la prevención pues solo así nos adelantaremos a la dificultad en caso de que exista, pudiendo dotar al niño de estrategias que le van a ayudar a sentirse más seguro y resolutivo ante el problema. Algunos de los signos de dislexia más llamativos son la lateralidad cruzada, la confusión perceptivo-manual a la hora de leer o escribir algunos fonemas como /b/ y /d/, una deficiente psicomotricidad fina y una mala comprensión lectora etc. En la discalculia el problema se acentúa en todo lo que tiene que ver con el cálculo, en la disgrafía se detectan problemas en la escritura, tales como confusión en la grafía/escritura de fonemas, palabras inentendibles, trazo distorsionado etc, por último en la disortografía los niñ@s presentan infinidad de faltas ortográficas.

Nuestro cerebro presenta varios almacenes a los que se llegan por dos rutas, ruta visual o ruta auditiva, a partir de ahí se llega a los diferentes almacenes por diferente ruta y sub-rutas según reconozcamos la palabra y su significado, o la desconozcamos. Por ejemplo, si vemos/leemos la palabra “perro” partimos de la ruta visual y si la oímos partirá de la ruta auditiva, que como es una palabra de uso frecuente irá a nuestros almacenes donde se encuentra el léxico visual o auditivo según proceda, pasará por nuestro almacén o sistema semántico para recoger el significado, después si la vamos a escribir buscará el almacén del léxico ortográfico para escribirla correctamente si así se ha registrado anteriormente, por último irá al almacén grafémico y seleccionará los grafemas/letras correspondientes y escribe la palabra “Perro”. Si por otro lado, no supiéramos que significa la palabra “perro” pero sí la hemos visto escrita en otra ocasión nuestra ruta no pasaría por el sistema semántico donde se guardan los significados de las palabras, sino que iría a través del almacén fonológico hasta el almacén ortográfico.

Todo esto que nos resulta tan fácil a las personas que no padecemos dificultades del aprendizaje, y que realizamos prácticamente de forma automática, se complica cuando se presenta alguna dificultad del aprendizaje. Ante cualquiera de estas dificultades, es fundamental una intervención adecuada que cree los mecanismos y estrategias necesarias para que el niño pueda compensar dicha dificultad.

No todos tenemos la misma habilidad en todas las áreas, y puede que pensemos que se trata de una dificultad de aprendizaje, ante cualquier sospecha debemos recurrir a la ayuda de un profesional como el/la logopeda que pueda evaluar el problema, y así adelantarnos a la dificultad en caso de que el diagnóstico no sea aún determinante, y si ya lo es poner los medios necesarios al alcance del niño para superarlo o mejorar. La prevención nunca le va a hacer daño al niñ@, sino todo lo  contrario, aunque no padezca estas dificultades en un futuro, siempre aprenderá a estrategias que le ayudarán en su aprendizaje académico y le facilitaran el aprendizaje en aquellas áreas en las que sea menos habilidoso.

Gabriela Guillem Marco

Logopeda