En este artículo trataré de aclararles algunos puntos que pueden ayudarlos a identificar, de alguna manera, si su hijo puede padecer un Trastorno Específico del Lenguaje, aunque debido a la variedad de déficits que pueden darse en los distintos componentes-niveles del lenguaje, el TEL es un tema complejo.
Los niños con retraso temprano del lenguaje pueden tener mayor riesgo de presentar dificultades a lo largo de su desarrollo. Es por ello, que una intervención temprana es la base para adelantarnos y prevenir mayores complicaciones futuras que angustiaran más a los padres y al niño.
Según la ASHA (American Speech-Hearing Association) “El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), es una dificultad del lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversacionales. Según la AELFA(Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología) “son dificultades de lenguaje observadas en niños con un desarrollo típico en todas las demás funciones psicológicas y con una educación normal, al menos hasta el momento de su identificación”
Las personas con TEL tienen frecuentemente problemas de procesamiento del lenguaje o de abstracción de la información significativa para el almacenamiento y recuperación de la memoria a corto y largo plazo. La adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito no corresponde a los parámetros evolutivos del lenguaje que se establecen en los niñ@s de su misma edad. Estas dificultades pueden implicar que estén afectados uno o todos los componentes fonológico, morfológico, sintáctico, semántico o pragmático del sistema lingüístico, presentando desorganización del lenguaje en uno o varios niveles.
Los criterios diagnósticos establecidos para determinar el TEL, indican que las deficiencias del lenguaje receptivo y expresivo interfieren significativamente el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social. La edad lingüística del niño es inferior con respecto al grupo de niños de su edad, considerando que hay un retraso en el lenguaje receptivo de 6 meses y expresivo de al menos 12 meses con respecto a su grupo de edad. Por otro lado, si hay retraso mental, déficit sensorial o motor del habla o privación ambiental, las deficiencias del lenguaje deben exceder de las habituales asociadas a tales problemas.
Así pues, los síntomas que pueden darse ante un niño con TEL, dependiendo del componente a afectado del lenguaje en el que presente la dificultad, podrían ser: vocabulario sumamente limitado, cometer errores en los tiempos verbales, experimentar dificultades en la memorización de palabras o en la producción de frases de longitud o complejidad propias de su nivel evolutivo, dificultades para comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras tales como términos espaciales.
¿CUÁNDO ES CONVENIENTE ENTONCES EVALUAR E INTERVENIR?
Como he apuntado al principio, si se detecta por parte de los papás alguna dificultad del lenguaje en el niño es conveniente que consulten al logopeda, para que así les pueda orientar acerca de si se trata de algo normal en la evolución del niño o si por otra parte, se le debería realizar una evaluación para determinar el grado de dificultad y dónde reside dicha dificultad. Les doy unas breves pautas para que puedan guiarse:
Es deseable intervenir cuando:
- A los 2 años no produce de modo inteligible ninguna palabra (exceptuando papá, mamá, tete…).
- A los 2 años y medio cuando no existe asociación de palabras para formar enunciados.
Es urgente cuando:
- A los 3 años el repertorio de palabras es muy limitado.
- A los 3 años y medio cuando sus enunciados los compone una sola palabra.
- A los 4 años cuando sus enunciados son únicamente de dos palabras.
- Cuando con más de 4 años su lenguaje sea desorganizado y presente cualquiera de los síntomas descritos anteriormente en este artículo sobre la afección de los componentes del lenguaje. (vocabulario sumamente limitado…)
Por último, es conveniente que los niños que padecen dificultades del lenguaje, también sean evaluados a nivel psicológico, ya que, los déficits en el lenguaje y la comunicación pueden provocar comportamientos y conductas no deseadas, dada la frustración que les producen sus dificultades.